La modalidad y vertical que hemos elegido para empezar a financiar es la financiación de órdenes de pedido de proveedores de grandes marcas en el sector de la alimentación.
El motivo, aparte de que en España es un mercado enorme (solo Mercadona el año pasado pagó 18.640 millones de euros a proveedores –https://info.mercadona.es/document/es/memoria-anual-2018.pdf-), para elegir la financiación directa de pedidos (purchase order finance) es que es un producto sin mucha competencia en el sistema bancario, elegir el sector de proveedores de grandes distribuidores es que absolutamente todos estos actores (Mercadona, Carrefour…) trabajan con EDI y obligan a sus proveedores a actuar por EDI y por último atacar para empezar el sector de alimentación se debe a que entre el pedido y la entrega en el almacén (cuando el producto pasa a factura en firme) el plazo no llega a ser nunca mayor de 3 semanas y los riesgos de fabricación son menores dado que ya el producto normalmente está elaborado y solo falta packing y logística.
La banca tradicional financia de modo directo órdenes de compra, pero para órdenes de pedido que cronológicamente son un paso antes, no tiene producto propio y lo salvan con préstamos y sobretodo con líneas de crédito.
¿Por qué dar el paso? A día de hoy se dispone de más información y trazabilidad, pudiendo controlar la información y los pagos por hitos y teniendo un conocimiento del negocio por medio del EDI que permite anticipar mucho antes el riesgo y posibles problemas de un proveedor.
Podemos ofrecer menos riesgo que una línea de crédito y con una recursividad mayor que un factoring.
Los proveedores que vamos a financiar llevan años trabajando con su cliente. Dichos clientes, de solvencia contrastada, son Mercadona, Carrefour, Coviran, SuperSol y otras cadenas de distribución nacional con buen scoring crediticio.
Se analiza todas las operaciones del último año entre proveedor y cliente y se hace un pre scoring de solvencia. Los proveedores que financiamos reciben pedidos constantes, mínimo uno semanalmente, nunca más del 5% de lo facturado anualmente. Se presta el dinero en el mismo momento que llega el pedido y se cobra la factura en una cuenta que administramos nosotros y que está a nombre del proveedor (cuenta escrow). Sabemos cuando llega al almacén el pedido, si ha habido rechazos de productos, si la factura se ha emitido con una cuenta bancaria que no controlamos y más de 50 advertencias y controles.